DERECHOS DEL NIÑO
1. Derecho a participar y gozar de la práctica deportiva.
2. Derecho a ser tratado como un niño o adolescente.
3. Derecho a ser entrenado por personas cualificadas.
4. Derecho a ser atendido con la misma dignidad e interés, independientemente del talento, capacidad o resultados de la competición.
5. Derecho a no ser explotados buscando aptitudes precoces.
6. Derecho a competir con reglamentos adecuados a las necesidades del niño.
7. Derecho a competir con jóvenes de su edad.
8. Derecho a que se respeten lo principios didácticos, pedagógicos, metodológicos y de entrenamiento.
9. Derecho a descubrir sus propios aprendizajes.
10. Derecho a no ser campeón.
DEBERES DEL NIÑO
1. Deber de cumplir las normas básicas de convivencia.
2. Deber de ser puntual.
3. Deber de ser respetuoso con sus compañeros y entrenadores.
4. Deber de respetar las instalaciones y el material.
5. Deber de cumplir con sus obligaciones de clase, al margen de la práctica deportiva.
6. Deber de vestir correctamente, acorde con la imagen corporativa de la entidad.
7. Deber de cumplir unas normas mínimas de salud e higiene.
8. Deber de ayudar a los compañeros que lo necesiten.
9. Deber de cumplir con las obligaciones administrativas de la entidad.
10. Deber de solucionar las diferencias que puedan surgir, de un modo amigable y sereno, suponiendo siempre el principio de buena voluntad y no mala fe por la otra parte.
1. Deber de cumplir las normas básicas de convivencia.
2. Deber de ser puntual.
3. Deber de ser respetuoso con sus compañeros y entrenadores.
4. Deber de respetar las instalaciones y el material.
5. Deber de cumplir con sus obligaciones de clase, al margen de la práctica deportiva.
6. Deber de vestir correctamente, acorde con la imagen corporativa de la entidad.
7. Deber de cumplir unas normas mínimas de salud e higiene.
8. Deber de ayudar a los compañeros que lo necesiten.
9. Deber de cumplir con las obligaciones administrativas de la entidad.
10. Deber de solucionar las diferencias que puedan surgir, de un modo amigable y sereno, suponiendo siempre el principio de buena voluntad y no mala fe por la otra parte.